7 dic 2014

Lo que no digo cantando de Ricardo Montaner

adelanto del  libro para leer on line

El libro que los admiradores de Ricardo Montaner han estado esperando ya llegó. Lo que no digo cantando, el primer libro (2009) de Ricardo y un proyecto muy anticipado del cantante/compositor, invita al lector a un recorrido íntimo a través de los viajes a nivel mundial de Montaner y los encuentros que ayudaron a moldearlo hasta convertirlo en el hombre que ahora es. Desde un incidente que cambió su vida con un chico llamado Mauricio en un hospital en Montevideo, Uruguay hasta un secuestro express por las calles de Caracas, Venezuela, este libro promete ser una experiencia inolvidable a la vez que Ricardo arrastra cautivadoramente al lector en una gira de sus momentos más atesorados por todo el continente americano.




" Lo que no digo cantando es un libro que habla de un tipo que siente, que esta convencido que Dios le puso un cartelito en la oreja con un hilito, y en ese cartelito, escrito de puño y letra del propio Dios, dice A éste lo quiero para mi.
Yo estoy seguro que así fue, para mi esa es quizás la piedra fundamental, o el mensaje fundamental, que el libro tiene. 
A pesar que era un muchacho sin demasiados conocimientos, era un muchacho inexperto, que cometí los mismos errores que comete cualquier muchacho, Dios ya me tenía como que separado para él, para algún día decirme  Ey, para, para, para, que aquí estoy yo para resolverte tu vida.
Entonces siento, con todo cariño, que éste es un libro que me define en mi interior, y al mismo tiempo es un libro que marca importantisimos detalles de mi vida".



Ricardo Montaner




Hijo de padres argentinos, Héctor Eduardo Reglero Montaner nació y pasó los primeros años de su vida en la provincia de Buenos Aires, Argentina, para mudarse a Venezuela antes de entrar en la adolescencia. 
Su padre Eduardo, técnico en telecomunicaciones, aceptó una oferta de trabajo en el vecino país sudamericano y trasladó a la familia. “Me tocó cambiar de país. De próceres. De amigos. De estaciones”, reflexiona. 
“Ese cambio en mi vida me marcó mucho. A un chamo lo sacas de su ambiente, y es muy duro”. 
Para hacerle frente a la nueva realidad, el pequeño Montaner combatió las inseguridades de la adolescencia volcándose a la música y al deporte.
“Estudié en el colegio de los claretianos y le metía a cualquier deporte, y aprendí de manera autodidacta a tocar la guitarra y la batería. La música me dio seguridad”. 
Canalizó su creciente interés por la música a través del coro de su iglesia y de grupos a los que perteneció con amigos, bandas de rock y pop como Los Correcaminos y Scala. 
Fue en esta última agrupación cuando, a los 17 años, pudo conocer a un productor que reconoció su talento, lanzándolo más adelante como solista con un sencillo llamado Mares en 1978. 
Recuerda Montaner, con su característico buen humor, sobre esa primera grabación: “Ese es un disco que nadie compró y que sólo yo guardo para regalar a mis verdaderos amigos”. 
Pero el momento fue decisivo en su vida. Estudiante de periodismo, Montaner descubrió que no tenía que escudarse tras nadie más. Y, alentado por un profesor, encontró el camino que buscaba. 
A los 18 años, Montaner ya tenía la responsabilidad de un hijo y un título de la universidad de la vida. Una década después, con demasiados intentos infructuosos encima, sin hallar la oportunidad que anhelaba, se dio un ultimátum. “Me dije, si en dos años, cuando cumpla 29, no termino con un contrato bueno, me retiro”. 
Afortunadamente, no hubo necesidad de eso, pues la oportunidad llegó. Montaner cantó en un reinado de belleza en Venezuela, y cautivó los corazones de casi 20,000 personas.

Así lo descubría el presidente de su primer sello discográfico.
La fortuna del cantante continuó tras el éxito del tema Yo que te amé, del álbum Ricardo Montaner 1 de 1986. Esa producción dio a conocer el nombre de Montaner en mercados claves de Latinoamérica. Mercados que hoy todavía lo reclaman como suyo. 
Ya para 1988, con el álbum Ricardo Montaner 2, y con una intervención suya como actor en la que entonces fuera la telenovela más vista de Venezuela, Niña Bonita, se consolidaba el ascenso meteórico del artista.
Los discos, los éxitos, y los galardones eran imparables:
- en 1990, Montaner lanzó el álbum Un toque de misterio
- en 1991, En el último lugar del mundo.
- en 1994, Ricardo Montaner y amigos y Una mañana y un camino.
- en 1995 Viene del alma
Es Así (1997), Ricardo Montaner con la London Metropolitan Orchestra (1999), Sueño Repetido (2001), Suma (2002), Prohibido Olvidar (2003), London Metropolitan Orchestra 2 para el verano 2004.
- en 2005 Todo y Nada
- en 2007 Las mejores canciones del mundo
Y de la mano de Montaner, sus fanáticos de todas las generaciones, y el público nuevo que cada día lo descubre a través de sus discos y giras de concierto, seguirán siendo cómplices de aquel diálogo que juntos comenzaron hace muchos años, cuando un chico que llegaría a llamarse Ricardo Montaner, decidió que la poesía y el canto serían fuente de vida para él.


 


Fuente de información: Sitio web de Ricardo Montaner

1 comentario:

  1. Escucharlo hablar en entrevistas es un placer, pero leer su libro resulta una aventura especial, una gran enseñanza de vida.
    La historia de Mauricio me conmovió por completo, no solo por ser una historia que ocurrió en mi país, sino por el milagro de la fe.
    Ojalá Ricardo algún día visites mi blog y te llegue mi saludo.
    Un abrazo desde Uruguay.
    Ana

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