30 oct 2017

Los maestros del Paititi de Ricardo Gonzalez


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gentileza del autor


En éste su primer libro, Ricardo González narra la expedición que le llevó a él y un grupo de jóvenes peruanos y uruguayos a las remotas selvas del Manú, en Perú, donde las leyendas ubican la legendaria Paititi o “El Dorado”, la ciudad perdida de los incas. 
Partiendo de una insólita experiencia de contacto extraterrestre, González se embarca en una aventura sin precedentes que le llevará al Lago Titicaca, Tiahuanaco y Cusco, donde cual viaje iniciático, recibe las enseñanzas más profundas y las claves que le condujeron finalmente a las secretas selvas de Madre de Dios. 
Un relato ágil y cautivante que desemboca en un encuentro físico con un miembro de la civilización intraterrena del Paititi: Alcir, quien afirmó que la ciudad perdida es en verdad un antiguo reducto atlante, establecida como refugio en el mundo subterráneo, donde custodiarían la verdadera historia de la humanidad. No sería otra cosa que la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores, como sostienen las leyendas de Shambhala y Agharta, pero esta vez no enclavada en los Himalayas o el desierto de Gobi, sino en los Andes y selvas de Sudamérica. 
Un libro que encierra un mensaje de los Maestros de antiguo: estar conscientes del proceso de transformación del Planeta.


Ricardo González


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Nació en Lima, Perú, el 21 de abril de 1974. Fue a raíz de la contundente observación de un ovni en 1988 ⎯cuando él tenía 14 años⎯ que se interesó profundamente en el fenómeno de los “no identificados”.
Ricardo González, reconocido como uno de los “contactados” más jóvenes en compartir abiertamente su testimonio, ha transmitido el mensaje que recibiera en sus encuentros cercanos en más de 40 países en el mundo, como España, Italia, Francia, Suiza, Canadá, EE.UU., México, Honduras, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Argentina, entre otros, además de haber sido entrevistado en diversos programas de radio, prensa escrita, y en las más importantes cadenas de TV, entre ellas HBO.
Ricardo es autor de dieciséis libros, varios de ellos publicados por Ediciones Luciérnaga del Grupo Planeta España.
Como expositor, ha participado en importantes congresos y en cientos de conferencias en todo el mundo, como en Suiza, Francia, Italia, Portugal, España, Canadá, Estados Unidos, México, República Dominicana, Colombia, Brasil, Chile, Argentina, entre otros países.
Además de ser un entrevistado frecuente para renombrados programas de radio y televisión, en Canal 13 de Asunción, en Paraguay, incursionó como productor y conductor de "Enigmas", ciclo documental que ganó el “Premio Paraná” al mejor programa de investigación.
Viajero incansable, ha dado varias veces la vuelta al globo, recorriendo e investigando lugares de poder vinculados con los “no-identificados”, como el desierto de Gobi en Mongolia, las montañas del Altái en Siberia, las selvas del Mato Grosso en Brasil, la Cueva de los Tayos en Ecuador, o el enigma del Paititi, en las selvas del Manú en Perú, dando a conocer la existencia de una avanzada civilización intraterrestre que convive en silencio con la humanidad.
El mensaje de esperanza y paz que transmiten esos seres, es para Ricardo lo más importante.
Con el tiempo, se transformó en un embajador del mensaje de la “Bandera de la Paz” –diseñada por el pintor, explorador y humanista ruso Nicolás Roerich–. Así, fue invitado a formar parte del Comité Internacional de la Bandera de la Paz, organismo no gubernamental afiliado al DIP de las Naciones Unidas que preserva la obra de Roerich y su mensaje.
Siguiendo la premisa del “arte con conciencia”, como músico y compositor, Ricardo ha publicado cuatro discos con Mintaka, proyecto de música cósmica que comparte con su esposa, la cantante argentina Sol Sanfelice. Sus experiencias de contacto, sus investigaciones, y su compromiso con la cultura de la Paz ha inspirado a miles de personas en todo el mundo. Pero como él mismo dice: “No difundo todo esto para que la gente crea, sino para que piense y sea libre…”.
Actualmente vive en la Argentina.





Entrevista al autor.
Programa Periodistas.







 -Ricardo, ¿qué es ser un contactado?

- El término suena muy fuerte, pero me considero más un testigo, una persona que afirma haber tenido experiencias relacionadas con los tripulantes de los mal llamados OVNIS. Contactado sería una persona -un testigo en éste caso- que habría tenido ese acercamiento con éstas entidades que vienen a nuestro planeta -a mi entender por mi propia experiencia- hace mucho tiempo.

- ¿Cómo fue que sucedió eso, en qué momento un día te levantaste, qué pasó?

- He contado mi historia muchas veces, en muchos lugares, y hoy a mis 39 años me sigo emocionando y entusiasmando. Yo empecé en ésto Gisela de muy chico. Yo nací en Perú, en Lima pero desde mi temprana niñez empecé a tener experiencias que no podía explicar; por ejemplo cuando me iba con mis padres a un club campestre que estaba ubicado -de hecho sigue funcionando- al pie de la cordillera en la zona de Chosica -se llama El Bosque-  y veía por las noches unas estrellas caminantes en el cielo, pero para un niño eso sencillamente es satélites, estrellas fugaces,  porque no tenía la información para discernirlo. Sin embargo fui creciendo y a los 14 años, ya de adolescente vi algo mucho más concreto; una luz muy brillante en pleno día, se iba moviendo en silencio sin emitir ruido alguno. Se dirigía muy despacio hacia el Océano Pacífico. Yo estaba en el patio exterior de la casa, estaba de vacaciones en el colegio -el verano del 88, estudie en Los Hermanos Maristas- y ésta luz tan intensa me llamó bastante la atención. No era un avión, no era un helicóptero, un objeto que yo pudiera interpretar o identificar. En ese momento vivía con mis padres muy cerca del Aeropuerto internacional Jorge Chavez, así que estaba acostumbrado a ver objetos que podía identificar. Pero ésto no lo era, se trataba de una esfera muy brillante, que no emitía ruido como ya dije, y que se movía en dirección al Océano Pacifico. Lo inquietante de todo ésto, que a los pocos días, en programas de radio y en televisión en mi país, en  el Perú, se hablaba de una intensa oleada de observaciones de ovnis, es decir no solo yo lo vi.

- Cuando vos viste eso, ¿qué hiciste se lo comentaste a tu mamá a tu papá?

- A todo el mundo desde luego. Y además no hizo falta que se los comentase para que me creyesen, salió en los diarios,  osea salió en la televisión, obviamente con el título amarillista casi rosando el ridículo, de Oleada de Platillos Volantes, que fue el primer término que se empleó en los EEUU cuando se inician las oleadas de observaciones y que más tarde la Fuerza Aerea Norteamericana reemplazo por el termino UFO en ingles, que en español es Objeto Volador No Identificado. Pero para mi no era un Objeto Volador No Identificado. Con mis 14 años en ese momento -ya que me preguntas qué sentí, qué pasó-  tuve una sensación de alegría, tenía la certeza interior que había gente allí, no lo podía explicar racionalmente. Pero sí fue el momento bisagra -como dicen ustedes aquí en Argentina- para yo introducirme poco a poco con mayor intensidad en éstos temas hasta que a los 18-19 años llego el primer contacto.

- Antes de llegar al primer contacto a los 18-19 años, antes de los 14 ¿vos creías en la vida extraterrestre, en tu casa se hablaba de ésto, había algún tipo de información que te daba vuelta, que te generaba curiosidad, o no?

- En mi casa no se hablaba de vida extraterrestre, mi padre era un importante funcionario de informática del seguro social del Perú, mi madre trabajaba en un banco, soy el mayor de tres hermanos, tengo una formación más racional, vengo de una familia normal. Pero sí, por sentido común me imaginaba, que en un universo poblado de tantas estrellas lo extraño no sería que existiese vida extraterrestre, sino que no lo hubiera habiendo tantas posibilidades.

- Ya eso era lo que vos tenias como interiormente, propio tuyo, lo traías.

- Claro, por una deducción personal, porque siempre me gustaron los planetas, las estrellas, me sentía conectado con el universo. Estoy seguro que muchas personas que están viendo ahora éste programa, de chicos, por razones que no pueden explicar les gustaba mirar el cielo, pero no por el misterio, sino por otra razón, como si tuvieran un recuerdo, como si extrañasen el hogar.

- ¿Y qué pasó a los 18-19 años con ese primer contacto?

- Yo estudiaba Mercadotecnia-Administración de empresas, en ese instante tenía que dar unos parciales -ustedes dicen igual en Argentina, parciales- de estadística y contabilidad y como todo muchacho que estudia cierro los apuntes, cierro los libros para relajarme. Algunos muchachos se toman un café, otros están escuchando una canción, una música; yo sencillamente cerré los párpados, traté de relajarme, y en ese momento, que había cerrado los párpados escucho una voz en mi cabeza y se que ésto puede sonar a una locura, una voz que en perfecto castellano me dice: "no dejes de seguir buscando". Yo casi me estaba abandonando, muchacho, adolescente, estudiando recién su carrera, salido del colegio, como que la vida y las experiencias de juventud, me iban alejando de mi búsqueda mas mística, a raíz de los avistamientos que había experimentado antes. No dejes de seguir buscando me dijo esa voz. Yo dudé y dije "ésto debe ser una tontería de mi cabeza por los estudios" y vuelve a aparecer la voz amable, afable, sin acento, en mi cabeza.

- Una voz femenina, masculina...

- Masculina, y me dice "quieres una prueba, sube a la terraza, somos seres extraterrestres que estamos contactando".

- Todo eso dentro de tu cabeza...

- Todo eso dentro de mi cabeza, un pensamiento bastante claro, bastante intenso y yo dije, no puede ser, cómo voy a subir a la terraza de la casa - en ese momento vivía con mis padres en Orrantia del mar, un barrio de clase media, con muchos edificios, como decir Palermo aquí en la ciudad de Buenos Aires, y yo dije "¿subir a la terraza de la casa, para ver si ocurre algo? -era octubre del año '93- es una locura, pero ¿qué ocurre si no subo, y si estoy perdiendo la posibilidad de confirmar una experiencia auténtica con la que he estado lidiando de alguna manera desde que era niño?", así que decidí subir, y por si acaso ocurriese algo, subí en ese momento acompañado de mi hermano Pepe, que hoy es un importante ejecutivo de una firma internacional, así que subimos juntos...

- Subiste con un testigo.

- Claro, subí con un testigo, que luego se sumaron otros más.

- ¿Vos a él le dijiste, vamos a subir a ver si vamos a ver algo, o le dijiste acompañame a la terraza?

- No, él sencillamente me acompaño, también tenía todo ésto pensado, tal vez es la verguenza.

- Claro porque iba a decir enloquecí, va a pensar que enloqueciste.

- Pero estamos escudriñando todo, no había nada allí, osea qué estaba buscando...tal vez yo en mi ignorancia, pensaba en ese momento que algo se iba a mostrar en la terraza, en la azotea de la casa. Pero en el cielo nocturno de Lima, habitualmente brumoso -si alguna vez estuviste en el Perú- el cielo muy brumoso, había una luz muy roja brillante. Como teníamos muy poco tiempo en ese barrio pensé "tal vez es una antena de telefonía o medio de comunicación que no puede identificar"

- Uno siempre cree creer que es otra cosa, ¿no?

- Trato nunca de perder el sentido común, incluso el día de hoy, lo intento, pero cuando esa luz, la supuesta antena, se empezó a mover, la cosa cambió. Se llegó a aproximar hacia nosotros, se puso sobre nosotros. Se veía que era un aparato de formato triangular, no que fuera un triángulo, sino que terminaba en una especie de ángulo.

- Como una punta...

- Exactamente, y con mi hermano nos emocionamos y empezamos a gritar "¡¡un OVNI, un OVNI!!" Mis padres que estaban en casa también subieron y vieron el objeto. En ese instante el objeto empezó a retroceder y ya se veía como una luz, en dirección a las cierras, a la Cordillera de los Andes en Lima, en Perú y en ese momento yo vuelvo a escuchar la voz, mi familia no la escucha, pero yo la vuelvo a escuchar y me dice que me habían dado una prueba de que el contacto era real y que así como habían hecho conmigo lo habían realizado antes con otras personas y lo seguirían haciendo en el futuro. A partir de ese momento hasta el día de hoy, que estoy aquí contigo, no he perdido esa relación de amistad, o de contacto con éstos seres.


Ver la entrevista completa en el video.
Transcripción del audio, Ana R.






Fuente de información: Canal YouTube Periodistas OD , Legado Cósmico , Scribd gentileza del autor


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